En una decisión gubernamental sin precedentes, el gobierno mexicano anunció una drástica reducción del 17% en el número de vuelos que operarán en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), lo que ha generado preocupaciones significativas entre las aerolíneas.
Estas nuevas regulaciones, programadas para entrar en vigor el 29 de octubre, implican que el aeropuerto deberá disminuir la cantidad de vuelos por hora de 52 a 43, a pesar de que la infraestructura original estaba diseñada para manejar alrededor de 61 vuelos por hora.
El AICM se encuentra en medio de un panorama desafiante, con problemas de mantenimiento evidentes, incluyendo inundaciones y olores de aguas residuales en algunas áreas.
La Cámara Nacional de Aerotransportes ha planteado que estas dificultades resultan de la desviación de los ingresos del aeropuerto para cubrir los costos de la cancelación de la construcción de un nuevo aeropuerto en Texcoco.
La Cámara también advierte sobre el impacto negativo que estas nuevas normas tendrán en pasajeros, aerolíneas y trabajadores del sector, alegando que la reducción abrupta de vuelos programada para el 29 de octubre podría desencadenar cancelaciones masivas, afectando incluso a aquellos pasajeros que ya han adquirido boletos.
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Esta controversia se origina en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien canceló un proyecto de un aeropuerto más grande en Texcoco para construir una nueva terminal en la base aérea de Felipe Ángeles, ubicada al norte de la Ciudad de México.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por promover el uso de esta nueva instalación, los pasajeros y las aerolíneas han mostrado reticencia debido a su ubicación más alejada.
El presidente López Obrador ha optado por no utilizar fondos gubernamentales para compensar a inversionistas y contratistas involucrados en el proyecto cancelado en Texcoco, en lugar de ello, ha utilizado los ingresos del AICM para estos fines, en lugar de invertirlos en mejoras y mantenimiento.
A pesar de las preocupaciones expresadas por la industria y las implicaciones en los pasajeros, el presidente ha sugerido que estas medidas de restricción de vuelos son necesarias por motivos de seguridad y que el Aeropuerto Felipe Ángeles se beneficiará de estas regulaciones.
“Dado que tenemos el Aeropuerto Felipe Ángeles, que afortunadamente tiene capacidad, de esta manera vamos a resolver la situación”, declaró el mandatario.