Migrantes en campamentos fronterizos encuentran refugio en medio de desafíos

Migrantes arman refugios

Migrantes de Honduras, Haití, Venezuela y otras naciones han creado viviendas improvisadas utilizando materiales reciclados en un extenso campamento cercano a un puente fronterizo entre Estados Unidos y México.

Frente a esta situación, el Instituto Nacional de Migración (INM) de México, en colaboración con una organización católica de ayuda humanitaria, ha establecido un refugio al aire libre en Matamoros como una solución parcial para mejorar las condiciones en esta área y otros campamentos en el sur de Brownsville, Texas.

El refugio, inaugurado recientemente, tiene capacidad para hasta 850 personas y ha atraído a cientos de migrantes en su primer día de funcionamiento. Sin embargo, se considera que la capacidad del refugio es insuficiente para atender a la gran cantidad de migrantes en la ciudad y a los que llegan diariamente.

A pesar de esto, las autoridades mexicanas evalúan la posibilidad de ampliar su capacidad.

Para muchos migrantes, esta iniciativa representa un paso hacia condiciones más seguras y humanitarias. Aunque algunos temen ser deportados si se trasladan al refugio temporal, las autoridades mexicanas han asegurado que no corren ese riesgo.

El gobierno de Estados Unidos ha intentado implementar un sistema más organizado para las solicitudes de asilo a través de una aplicación móvil llamada CBP One.

Sin embargo, esta medida no ha tenido un impacto positivo en los campamentos de Matamoros, a diferencia de otras ciudades mexicanas que han reportado mejoras en sus refugios para migrantes.

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A pesar de los desafíos, el INM espera desmantelar el campamento improvisado en Matamoros y brindar un espacio seguro para quienes esperan atención para sus solicitudes de asilo.

El nuevo refugio cuenta con instalaciones básicas como patrullas de seguridad, duchas portátiles, retretes y una cocina, pero convencer a algunos migrantes de que es una opción más segura que los campamentos improvisados sigue siendo un desafío.

El refugio ha establecido medidas de seguridad, incluyendo un toque de queda, lo que ha generado opiniones encontradas entre los migrantes.

Algunos argumentan que esta restricción socava el sentido de comunidad que han desarrollado en los campamentos.

A pesar de las diferencias de opinión, el refugio ha logrado atraer a un número significativo de migrantes en busca de condiciones más seguras y dignas.

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